¿La formación ha muerto?
Hay un mantra que recorre las empresas que dice que la formación gestionada desde la empresa está en declive, que “ahora” no es tan importante. Algunos incluso han anunciado su muerte. En la época de las “fake news”, ya sabemos todos, que las grandes mentiras deben contener una parte de verdad.
En este momento que Instituciones de primer orden mundial cómo OIT,o el World Bank anuncian la “Era del Reskilling” proporcionando datos sobre una urgente necesidad social de la evolución de nuevos skills en nuestros trabajos, ¿por qué se habla que los sistemas de aprendizaje organizativos están en crisis?
Lo que sucede es que hay nuevas tendencias que reconfiguran el ecosistema de aprendizaje en nuestras organizaciones pero la realidad, es que nunca el aprendizaje organizativo ha sido tan estratégico para la empresa. Más que la muerte de la formación deberíamos hablar de una Learning Revolution dónde la gestión de la formación y el aprendizaje en nuestras organizaciones requiere de mayor complejidad, más recursos y sofisticación.
La Reskilling Revolution potencia la necesidad de aprendizaje en la empresa
Hace sólo unos pocos días en en el Annual Meeting of World Economic Forum de Davos, volvimos a escuchar una música ya conocida con un volumen más fuerte… Casi en tono dramático se afirmaba que “debido a la transformación producida por la cuarta revolución industrial necesitaremos el reskilling de más de mil millones de personas para 2030″, o que “en 2022 un 42% de las core skills requeridas para los trabajos actuales se esperan que cambie”. Ya en el año 2016 la UE con su DigCom2.0. nos señalaba 21 competencias digitales que todos deberíamos tener.
Hemos escuchado hasta la saciedad esta necesidad de cambio. Estamos escuchando que las empresas no encuentran los nuevos perfiles ni en su empresa, ni fuera. Esta es la gran barrera del talento en la digitalización. Hemos escuchado que el 80% de los CEO piensan que el reskilling es el gran reto. y, a autores como Bersin, que más allá de la responsabilidad social de las empresas, puede ser 6 veces más caro contratar a alguien de fuera que hacer un reskilling interno.
Pero por otra parte, empresas cómo GARTNER, nos dicen que cuando se realizan programas de Reskilling el 77% de sus programas se quedan cortos y no alcanzan el resultado esperado.
Todo ello nos debería indica que las organizaciones tienen que apostar de forma más importante por gestionar su aprendizaje y formación, pero lo tienen que hacer de una forma diferente.
La Learning Revolution: Gestionar más y mejor el aprendizaje organizativo
Hay un cambio de paradigma, una revolución en cómo entendemos el aprendizaje en nuestras organizaciones. Esta Learning Revolution no sólo da más importancia a la autogestión, al autoaprendizaje, al aprendizaje en flujo de trabajo o a otras tendencias cómo el aprendizaje en red, sino que implica una mayor planificación, una estrategia a más largo plazo e involucrar sistemas de desempeño y objetivos, con más recursos. En definitiva, Gestionar el Aprendizaje en la Organización (punto 3 del Gráfico).
Esta revolución no implica que el aprendizaje gestionado por la propia empresa se vaya a reducir o pierda importancia. No implica la muerte de nada. No implica que se haya abdicado y se haya cedido la responsabilidad al empleado con el autoaprendizaje, ni implica que sean los jefes que de forma voluntarista tengan que asumir un rol de desarrolladores de una forma autónoma o improvisada.
Si ha muerto algo es la idea de que el reskilling es algo simple.
La Revolución del Aprendizaje implica que la empresa debe preocuparse por que todos los nuevos ecosistemas de aprendizaje organizativo reflejados en la pirámide del aprendizaje sean relevantes y útiles para los objetivos a Largo Plazo de la organización en función de cada empleado.
Los cierto es que los diferentes sistemas de aprendizaje que gestiona la organización multiplican su importancia. Aunque algunos ganarán más espacio del que tienen ahora, no implica que los más tradicionales no sigan teniendo mucha importancia.
¿Qué gana más importancia en el aprendizaje?
La Learning Revolution implica sobre todo más gestión, más inteligencia. La empresa debe planificar de forma más estratégica con más exhaustividad y sofisticación el aprendizaje organizativo: creando skills maps para el futuro, para cada rol, situando a cada empleado en estos niveles y dando soporte a estos colaboradores en los nuevos ecosistemas de formación, tanto formal como en el flujo de trabajo.
La revolución del aprendizaje y la utilización estratégica de los diferentes ecosistemas de aprendizaje, son la única vía para que sus profesionales puedan transformar sus habilidades digitales, sociales, emocionales y asumir las nuevas formas de trabajo.
El directivo como Chief Learning Officer
La parte más compleja de la Learning Revolution es que requiere asegurar que cada uno de los altos directivos se convierta en un Chief Learning Officer. Es decir, que el directivo y los mandos en su día a día, en el flujo de trabajo, deben situar su foco también en el aprendizaje de sus colaboradores.
Nadie espera ignorancia de un directivo en finanzas o ausencia de liderazgo. La empresa, sobre todo, tiene que asegurar el papel activo del líder en la creación de los nuevos ecosistemas de aprendizaje. Y nadie esperará ignorancia de un directivo en un aspecto tan estratégico cómo el aprendizaje organizativo.
Sólo con un robusto diseño de estos ecosistemas de aprendizaje perfectamente dirigidos por la alta dirección y con el seguimiento de la cadena de mando se puede conseguir algo tan complejo como el “reskilling”: una transformación profunda de un perfil profesional.
Es necesario que la estrategia y el tiempo de los directivos esté al servicio de esta Learning Revolution, pues requiere acciones en el día a día. Los líderes además de tener el foco en los resultados, deberán estar al servicio del aprendizaje de los empleados sin perder los objetivos de negocio.
En esta nueva era no hay nada tan importante para el futuro de una empresa ni para la empleabilidad de nuestros colaboradores que el desarrollo y el aprendizaje. Algo que será cada vez más valorado y apreciado tanto por la empresa como por los empleados.
Porque todos somos profesionales y todos escuchamos hace tiempo que “en el momento que dejas de aprender, comienzas a morir”.
Pero ahora hemos entendido que “el momento en el que en realidad comienzas a morir es cuando dejas de aprender tan rápido como tu entorno”. Y todos somos conscientes que el entorno avanza muy rápido.
Por ello, serán cada vez más los profesionales que se preguntarán ¿Estoy avanzando al ritmo de los tiempos? Y en las empresas donde esta pregunta se conteste de forma afirmativa, además de ganar su futuro habrá ganado el corazón de sus profesionales con mayor talento.
Éste es el cuarto post relacionado con la importancia del reskilling y la pirámide del aprendizaje organizativo.
Virginio Gallardo
Socio Director
Grupo Humannova
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