Estamos inmersos en plena Revolución Industrial 4.0, que se caracteriza por una aceleración de la digitalización y la innovación que provoca que nuestro entorno de trabajo cambie constantemente y, por consiguiente, las organizaciones de las cuales formamos parte de ellas. Esto modifica los procesos de negocio y las funciones de los trabajadores que están al frente de estos procesos.

Estaremos de acuerdo que la innovación está cambiando de forma los puestos de trabajo, desde los puestos de la alta dirección hasta los puestos más operativos. Habrá profesionales con trabajos con un mayor componente técnico, más creativos y autónomos, y otros profesionales a los que les costará entrar en el nuevo mercado y tendrán (en el mejor de los casos) empleos de baja calidad. La COVID-19 ha acelerado estos cambios innovadores en nuestras empresas y en las personas y en el mercado laboral. 

El impacto de estas modificaciones en nuestros puestos y en las formas de trabajar se acaba traduciendo en la necesidad de incorporar nuevas skills o habilidades. En las organizaciones la planificación en el área de personas, se comienza a hacer no en términos de efectivos o número de personas por puesto, sino de habilidades. Las organizaciones que posean las nuevas habilidades tendrán una enorme ventaja competitiva y podrán llevar a cabo de manera satisfactoria los retos de cambio, innovación y digitalización de su sector. Pero encontramos una falla en todo esto y es que la mayoría de los/las profesionales y/o las organizaciones no están ni analizando ni planificando este fenómeno de potenciar tales habilidades. Pero con independencia de si los profesionales o las organizaciones se preparan para el cambio, hay una transición en marcha hacia los nuevos trabajadores del futuro.

Dentro del marco competencial y haciendo una comparación rápida entre lo actual y el devenir del futuro, nos encontramos que: a día de hoy se le da poca importancia a los temas tecnológicos y a la aceleración digital y la evolución estará encaminada a centrarnos en las personas y en la digitalización. También a día de hoy se describen competencias relacionadas con el individuo y su entorno analógico, pero esto irá evolucionando hacia una descripción de competencias relacionadas con el individuo y su entrono digital. Asimismo, hay una gestión emocional básica que evita el avance y se tiene que ir hacia una gestión emocional compleja frente a la incertidumbre que requiere de alguna manera más recursos emocionales. 

Además, nos encontramos que hay una mayor demanda de dos tipos de habilidades principalmente. Por una parte, se demandan más las denominadas hard skills (especialmente habilidades tecnológicas y digitales). Y no de forma menos importantes se demandan las habilidades blandas o soft skills (relacionadas con los nuevas formas y modelos de trabajo). Entre las que se suelen encontrar: innovación, pensamiento crítico, colaboración en red, creatividad y, especialmente, las relacionadas con la inteligencia emocional: autoconciencia, auto-regulación, empatía, etc.

• Aprender a aprender 

Aprender a aprender se conoce como una meta-competencia, es decir, competencias genéricas que influyen sobre la capacidad de una persona de adquirir otras competencias e incrementar nuestro nivel de desarrollo y que, por tanto, nos permiten adaptarnos al entorno y evolucionar de forma óptima. Las meta-competencias se diferencian de otros tipos de competencias ya que forma parte de nuestra inteligencia interpersonal, lo que supone preguntarnos sobre nosotros mismos y saber “qué hacer”. Y esto es especialmente importante porque “Aprender a Aprender” es un proceso que no se basa en tener de guías externos, si no es un proceso proactivo y autodirigido, que se basa en el autoaprendizaje.

Tal meta-competencia, es la habilidad para poder responder al mundo cambiante y evolucionar de la forma más óptima posible. Es conveniente que, como persona, tal meta-competencia se desarrolle a lo largo de tu vida para ser más eficiente en tu proceso de autoaprendizaje y para poder obtener transformaciones más profundas y actitudes que muy probablemente será lo que necesitarás. 

Para desarrollar esta meta-competencia a lo largo de nuestra vida necesitaremos propósito, voluntad de superación y una elevada autogestión emocional, pero también necesitaremos técnicas de aprendizaje y entender cómo estas técnicas de aprendizaje se relacionan con los aspectos más emocionales. 

Potenciar nuestra capacidad de Aprender a Aprender implica sistematizar las estrategias de autoaprendizaje y es la única llave que nos permite acceder a nuestros objetivos laborales y personales con cierta seguridad. Ninguna otra característica te acercará tanto a tu propósito ni a tu capacidad de elegir. 

Aprender a aprender es cambiar las cosas que hacemos cada día para cambiar quienes somos. Se trata de instaurar nuevos hábitos que acabarán configurando lo que hacemos y cómo pensamos. Quién sea capaz de incorporar más hábitos y estrategias de aprendizaje tendrá la libertad de decidir quién quiere ser. 

Aprender a Aprender, es la vida que nos permite construir nuevas habilidades, pero será necesario que asegurar que estamos invirtiendo nuestro esfuerzo de la mejor forma posible y para ello es fundamental que vayas construyendo tu propia guía de cómo realizar este proceso. 

Para hacernos más fácil este camino, podemos encontrar el reskilling. Estas técnicas nos servirán para mejorar o realizar cambios graduales. Las técnicas de reskilling se utilizan en esos momentos de transición profesional más radicales, que de alguna manera u otra nos obligan a construir nuevas habilidades diferentes para adaptarnos a un nuevo rol. 

Por lo tanto, el reskilling es un proceso profundo de adaptación de nuestras habilidades, un conjunto de estrategias de gestión de talento que permite hacer las transiciones laborales más complejas. Este proceso es básicamente un proceso personal que requiere auto-responsabilizarse, con o sin soporte organizativo. 

Recuerda que “Tú” eres el principal protagonista de tu destino profesional y no deberías dejar, en ningún caso, que tu futuro laboral dependa del soporte que puedas obtener de tu entorno organizativo.

• Metodologías activas (La pirámide del aprendizaje organizativo)

Aprender a Aprender nos permite construir nuevas habilidades y esto tiene una elevada complejidad y nos exigirá mucho esfuerzo. Es necesario asegurar que estamos invirtiendo nuestro esfuerzo de la mejor forma posible y para ello es fundamental que vayas construyendo tu propia guía de cómo realizar este proceso. Por ello te propondremos que te conviertas en un experto en las denominadas técnicas de reskilling comentadas en el apartado anterior. Algunas técnicas se basan principalmente en: 

• • Una profunda mirada estratégica de nuestro entorno que derive en un mapeo de las habilidades que podemos necesitar en el futuro (skills mapping). 
  • Establecer las estrategias de aprendizaje básicamente autodirigidas que permitan superar la brecha o gap en nuestras habilidades más relevantes. 
  • Dar relevancia, siempre que podamos, a las estrategias más efectivas de aprendizaje que suelen ser aquellas que están relacionadas con el flujo de trabajo en tareas que se realizan de forma colectiva o social.
  • Desarrollar técnicas de feedback externo y escucha interna para poder autoevaluar nuestro progreso en términos de conocimiento, actitudes y comportamientos.
  • Utilizar no sólo técnicas de aprendizaje sino técnicas de des-aprendizaje, es decir, de creación de nuevos hábitos que desplacen a conductas o rutinas de pensamiento que ya no sean efectivas. 
  • Dar relevancia a los aspectos emocionales dónde tendremos que analizar nuestros propios sentimientos, motivación y pensamientos en relación a las técnicas y estrategias de aprendizaje que utilicemos.

Para poder Aprender a Aprender tenemos que hacer un viaje al mundo del reskilling mediante una metodología que guíe en este proceso que hemos denominado “La pirámide del reskilling”. Para facilitarte el recorrido de esta pirámide te proponemos que sigas las 10 etapas de tu viaje de Reskilling, que están dividas en cuatro grandes bloques de acciones: 

• Comenzar con el fin en mente

Para poder planificar nuestro aprendizaje, el primer paso será entender cómo va a cambiar nuestro puesto de trabajo, determinar nuevas oportunidades laborales y desde aquí determinar las áreas de cambio y habilidades. Aquí hablamos de reskilling y el upskilling. 

• Potenciar el aprendizaje social en el flujo de trabajo

Este bloque consiste en entender que la mejor base del aprendizaje es utilizar los recursos que tenemos en nuestro entorno de trabajo, en especial, contando con la ayuda de nuestros colegas y haciendo uso de técnicas sociales. Es decir, el aprendizaje no es una actividad separada de nuestra actividad social en el trabajo. 

Por otra parte, en este segundo bloque engloba el cómo podemos aprender en el flujo de trabajo de nuestro día a día, mediante técnicas relacionadas compartiendo nuestra experiencia. También tendremos que tener en cuenta las técnicas de retrospectiva basadas en la obtención de feedback de cómo lo estamos haciendo. Le daremos especial importancia al aprendizaje cuando hacemos tareas y proyectos nuevos o complejos.  

• Lo informal y accidental es insuficiente: Estructura

El tercer bloque, pone en el epicentro la necesidad de recurrir siempre a guías o a conocimiento estructurado relacionado con nuestra actividad, por lo tanto, tendremos que tener en cuenta la mentorización y el aprendizaje estructurado, ya sea formal o no formal. Cuanto menor sea nuestro conocimiento y experiencia en la habilidad que queremos desarrollar, más importancia tendrá este tipo de aprendizaje que va más allá de volver al aula presencial o las nuevas revolucionarias aulas virtuales. 

• Fundamentos del aprendizaje: Claves de éxito

Por último, pero no menos importante, se tienen que tener en cuenta las bases del aprendizaje, que cómo su nombre indica, son las claves de éxito más básicas y relevantes y que actúan cómo el verdadero motor de nuestro desarrollo. También se tendrá que construir un entorno personal de relaciones y aprendizaje, que es la herramienta fundamental de aprendizaje y a la que deberemos prestar más atención y esfuerzo. 

La pirámide del aprendizaje te permitirá mediante estas diez etapas, que se muestran en la imagen, podrás establecer tu propio programa de reskilling, el proceso más valioso por el que puedes navegar en tu vida profesional y la inversión más rentable que puedes hacer, ya que estás invirtiendo en ti mismo, en tus sueños y en tu bienestar.

Por Fernando García Moral (Consultor Júnior en Grupo Humannova)

foto skills revolution: Manpower group