En los últimos años, el mercado laboral se ha movido en términos VICA: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Esto supone un alto grado de inestabilidad para la que debemos preparar a aquellos jóvenes que tengan una idea y deseen desarrollarla para empezar a caminar en el mundo laboral.
El entorno profesional que les espera es un mundo donde muchos no podrán encajar porque sus objetivos, sus inquietudes, sus valores y sus limitaciones serán diferentes. Sus necesidades van a cambiar rápidamente pero querrán que se les tenga en cuenta en cualquier proceso, sentirse involucrados y ser parte de la solución.
Por todo ello, su generación y las próximas se verán abocadas a crear nuevas maneras de trabajar, nuevas maneras de innovar, nuevos métodos, nuevas fórmulas. Y una salida que aúna todo eso, sin duda, será el emprendimiento.
El Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la red mundial más importante sobre investigación en emprendimiento, destaca que la mayoría de los emprendedores españoles son jóvenes, cuya participación en nuevos negocios se produce cuando tienen una horquilla de edad de entre 25 y 44 años.
Según el mismo informe, en España la actividad emprendedora ha aumentado un punto con respecto al año anterior (del 5,2% al 6,2%) y, por primera vez en ocho años, ha superado el umbral del 6% iniciando la recuperación hacia las cifras que alcanzaba antes de la crisis.
En las entrevistas que se realizan a expertos en emprendimiento de todo el mundo para dicho informe, éstos insisten en que la formación en emprendimiento todavía tiene un papel secundario y recomiendan la introducción de más conceptos sobre actividad emprendedora en el mayor espectro de etapas posible de la vida educativa, como vía de transferencia del conocimiento y, por tanto, de potenciar la innovación y la competitividad.
Nuestros jóvenes serán quienes posiblemente tengan la visión de un futuro cercano donde aún nuestra mirada no pueda llegar, pero sí podremos acompañarles en su crecimiento desde el punto de vista de la experiencia y de la perspectiva de edad. Un acompañamiento en el desarrollo de todas aquellas habilidades personales que tendrán que poner al servicio de nuevos proyectos se hace hoy ineludible.
Sin duda, la raíz de su idea dependerá de la consistencia interna del emprendedor, de sus valores y de su capacidad de ser coherente con él mismo. El autoconocimiento ejercerá de base donde sustentarse siempre, en momentos donde la incertidumbre aceche con tempestades.
También será de suma importancia el autoliderazgo para poder tener foco y seguir por el camino trazado, así como ser capaz de comunicar al equipo y al público objetivo la visión y misión del proyecto para llegar a hacerlo visible. Hay que pensar que se transmite una idea pero sobre todo lo que siente quien está detrás de esa idea; su ilusión , su emoción, y su huella en el mundo.
Por todo ello Humannova en colaboración con la Cambra de Comerç de Barcelona ha creado un programa de acompañamiento para formar jóvenes en temas de emprendimiento y competencias.
Nosotros creemos en los jóvenes y en que es posible darles la mano para entrelazar los talentos de ambas generaciones para ayudarles a desarrollar su propio valor y que sean capaces de crear el mejor futuro posible.
¿Quieres saber más? -> http://estudiobroder.com.ar/humannova/programa-joves-per-emprendre-abril/
Fina Martínez
Redactora
Grupo Humannova