¿Cuáles son las claves para obtener una organización ágil, exponencial y preparada para tener éxito en un futuro cada vez más imprevisible?
Podríamos decir que para que esto ocurra necesitamos organizaciones con talento en red, que estén presentes en entornos colaborativos y que compartan conocimiento. Pero la realidad es que la transformación cultural perfecta no existe y cada empresa funciona con un modelo diferente.
Es difícil intentar implantar una transformación cultural y construir organizaciones innovadoras y digitales, cuando surgen resistencias al cambio que nosotros mismos generamos.
Lo cierto, es que en muchas empresas más que una transformación necesitamos una revolución, liderada por un ejército de entusiastas incansables.
Pero…
¿Cuánta gente se necesita para iniciar una revolución cultural en la empresa?
En la revista Science, podemos ver un estudio que afirma que se necesita un 25% de personas para cambiar el mundo. How many people do you need to change the world?
Por lo tanto, si pudiéramos convencer a un 25% del grupo, ¿seríamos capaces de lograr una transformación cultural? ¿ Tendríamos posibilidades para desarrollar una cultura innovadora?
Si detectáramos quiénes son esas personas que van a ayudar a potenciar el cambio en la empresa, todo sería más fácil.
¿Qué herramientas necesitamos para facilitar la revolución cultural?
Existen diferentes herramientas que nos permiten medir el valor de un nodo-persona-dentro de una organización en función de sus relaciones, flujos de información y liderazgo, cómo el ARS, ONA, o ARO (Análisis de Redes Organizacionales).
Una de las funciones más importantes de ONA, es detectar, de una forma científica, a los agentes de cambio, esos pioneros que pueden ser favorables a la revolución cultural o transformación.
De la misma manera, el ARO puede detectar dónde está la resistencia al cambio, los stoppers del sistema.
Así que ya los tenemos detectados ¿Y ahora qué hacemos?